Trabajadores del salitre en Chile.

De ellos, 56% son hombres y 74% mujeres. En el tramo superior de ingresos pasa lo inverso.

por Nicolle Peña L.

A pesar de todas las medidas y campañas, persisten las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Así lo reflejan los resultados obtenidos por la primera Encuesta Nacional de Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Calidad de Vida de los Trabajadores (Enets), realizada en alianza por el Ministerio de Salud, la Dirección del Trabajo y el Instituto de Seguridad Laboral.

La medición, que arrojó que el 60,8% de los trabajadores declara ganar menos de $ 250.000, 56% de ellos hombres y 74% mujeres, se efectuó sobre un universo de trabajadores mayores de 15 años, pertenecientes a las 15 regiones del país. Fueron encuestados aleatoriamente, entre septiembre de 2009 y octubre de 2010, en sus hogares. Según los organismos coordinadores, los resultados representan a 7.392.170 trabajadores.

El cuestionario tuvo entre sus ejes temáticos la situación laboral actual, las condiciones de trabajo, factores de riesgo, composición del hogar e ingresos. Además, buscó determinar la magnitud de las inequidades en calidad de vida y salud de los trabajadores, según factores como edad, género, educación, ingreso, ocupación y distribución territorial.

Cuánto ganan

El 32,6% de las mujeres encuestadas dice que su ingreso mensual es menor a $ 136.000, mientras que sólo 15,1% de los hombres señala lo mismo.

En el otro extremo, el 5,2% de ellos señala estar en el rango de remuneraciones más alto -sobre $ 851.000 al mes-, mientras que sólo el 1,9% de ellas indica estar en tal condición. Del total de encuestados, un 7,2% asegura recibir menos de $ 64.000 al mes.

En cuanto a nivel educacional, los ingresos más bajos se concentran entre quienes tienen enseñanza básica incompleta: 39% de ellos dice ganar menos de $ 136.000 al mes y 30% hasta $ 180.000.

Por otro lado, en los dos tramos de ingreso más relevantes están quienes tienen educación universitaria completa.

El mercado laboral

Al indagar en la duración del contrato, 15% de las mujeres y 17% de los hombres declaran que tiene una vigencia menor a un año, fenómeno que disminuye mientras más alto es el grado educacional, llegando a representar sólo 3% de quienes poseen educación universitaria completa.

En cuanto al horario de trabajo, nuevamente hay diferencias según sexo. En los hombres se observa una cantidad «significativamente» mayor que en las mujeres, con un promedio semanal de 52,8 y 47,6 horas, respectivamente. De acuerdo con el ingreso salarial, en los hombres se experimenta un aumento de las horas de trabajo mientras mayor es el nivel de remuneraciones. En las mujeres sucede lo contrario.

En salud, 78,8% de los trabajadores encuestados está afiliado a Fonasa, seguido por 13,3% que se encuentra en Isapre. El nivel de desprotección en salud alcanza a 5,1%, quienes declaran no estar afiliados a ningún sistema previsional, cifra que se concentra en trabajadores menores de 25 años, por cuenta propia e informales.

El 76,4% de los trabajadores está afiliado para su jubilación en el sistema privado (AFP), mientras que 18,1% dice no estarlo, situación que también se concentra entre los menores de 24 años y los mayores de 65, siendo las mujeres las que presentan cifras significativamente mayores de no afiliación (26,1%) respecto de los hombres (12,7%).

La participación en organizaciones del ámbito laboral también fue medida, y es calificada en las conclusiones como baja, ya que sólo 12,5% de los encuestados declara ser partícipe de un grupo de esta índole. Sin embargo, la participación tiende a aumentar según el nivel de ingreso salarial y es más marcada en los hombres. Respecto al tipo de organización, 8,1% señala pertenecer a un sindicato de empresa y 3,1% a una asociación de funcionarios o colegio profesional.

(Fuente:  http://diario.latercera.com/2011/09/26/01/contenido/negocios/10-84862-9-el-608-de-trabajadores-chilenos-dice- y selección de Mon Money)